¿Y LOS POBRES?... A triqui
Por ello no nos asombra que los terrenos actualmente ocupados por Popeye pasen a mano de empresas multinacionales. Pero sí no deja de asombrarnos que un club que recibió del pueblo de Salta terrenos de su propiedad para la práctica de deportes que contribuya a formar una mejor niñez y juventud pretenda, pocos años después, hacer de esa delegación de usufructo un pingüe negocio.
En cambio, no nos asombra, que el ejecutivo provincial y el grupo inmobiliario empresarial que lo acompañan prefieran destinar esos terrenos a nuevos mega emprendimientos. Aunque después no sepa qué hacer con ellos. Ejemplos sobran.
En esta provincia de los contrastes, capital-interior, centro-barrios, ricos muy ricos-pobres pobrísismos, otra vez triunfa la especulación . No se brindan posibilidades de un armónico desarrollo físico –espiritual de nuestra juventud y tampoco posibilidades de mejorar las condiciones ambientales de la ciudad, donde las plazas de los humildes son potreros, donde la práctica de deportes en condiciones dignas está vedado para la gran mayoría y donde nuestras familias deben irse a municipios aledaños para encontrar un lugar de esparcimiento.
E gobierno municipal (¿existe?) cree que gobernar es delegar funciones. Es una nueva técnica para alejar cada vez màs al al poder de los ciudadanos.
La comunidad salteña tiene la obligación de hacerse escuchar. El gobierno de pensar más en beneficio de los muchos y no en el bolsillo de los pocos.
0 Comments:
Publicar un comentario
<< Home